Wagner landed in Seoul

Wagner arrives in Seoul, South Korea, under the direction of Swiss stage director Stephan Märki, who previously conceived a celebrated production of Tristan und Isolde that was staged several times in Germany. But this time, he has transformed it into a far more spectacular and impressive staging. The Cottbus production already placed Tristan und Isolde in a somewhat celestial, galactic setting, but in South Korea, he has magnified it with a grand metaphor of space and the galaxy. And in Seoul, if any extraordinary element stands out, it is the equally galactic and marvelous costumes, designed by Philipp Basener, which appear to be among the finest creations seen in recent years for a Tristan und Isolde anywhere in the world. The set design is truly remarkable.

For this special occasion, not only did the Swiss stage director arrive in Seoul, but he did so with an entire cast, performing at the highest level. A first-rate cast, practically straight from Bayreuth itself. With Catherine Foster in the lead, Stuart Skelton as Tristan, and, above all, the South Korean bass Jongmin Park, who triumphed this summer at the Bayreuth production of Die Meistersinger von Nürnberg, all under the baton of conductor Jaap van Zweden leading the Seoul Philharmonic Orchestra. Tristan is a complex score not only because of its almost endless duration, but also because of its inherent musical depth. Zweden skillfully drew from the Seoul orchestra the magmatic and overwhelming force that the piece demands, with tenacity and perfection. There were some minor issues with the brass section and a few tempi that were too slow, but overall, a marvelous Tristan was achieved.

Catherine Foster is an unparalleled and indisputable Isolde; she has sung this role countless times around the world. And in Seoul, once again, her voice sounded tireless, with the depth and brilliance that always makes her unique. Her Isolde is mathematical and precise, yet romantic and sublime. Stuart Skelton is an energetic and courageous Tristan, with a striking and epic voice. His Tristan in Seoul was immensely beautiful, especially in the second act during the love duet, but it was in the third act where his voice, without any fatigue, achieved the resounding success of singing to the very last notes with the same force as at the beginning.

Jongmin Park was the most dazzling voice of the event; his King Marke is unique, resounding, full of a dark and beautiful color. He is one of the most promising Wagnerian voices of the moment. Tone Kummervold sang Brangäne with balance and vocal power, giving a very high-quality interpretation of this very complicated role. Leonardo Lee was an incisive and impactful Kurwenal, with a calibrated voice and highly refined technique. Special mention must be made of tenor Jaemyeong Lee, who performed a resounding and beautiful Melot.

We hope to see this enormous production that Märki has created in Seoul soon in a major European theater.

Cooper Brown

Wagner desembarca en Seoul, Corea del Sur, de la mano del director de escena suizo Stephan Märki que ya concibió un célebre Tristan und Isolde que se programó en Alemania varias veces. Pero esta vez lo ha convertido en una puesta en escena mucho más espectacular e impresionante. La puesta en escena en Cottbus ya situaba a Tristan und Isolde en un lugar algo estelar, galáctico, pero en Corea del Sur lo ha magnificado con una gran metáfora del espacio y la galaxia. Y en Seoul, si cabe destacar algún elemento extraordinario, son los vestidos también galácticos y maravillosos, realizados por Philipp Basener, que parecen ser de las mejores creaciones que se han visto en los últimos años en un Tristan und Isolde en todo el mundo. La escenografía es realmente algo extraordinario.

Para la efeméride no solo el director de escena suizo desembarcó en Seoul, sino que lo hizo con el cast entero al más alto nivel. Un cast de primer nivel, casi salido de Bayreuth mismo. Con Catherine Foster a la cabeza, Stuart Skelton como Tristan y, sobre todo, el bajo oriundo de Corea del Sur Jongmin Park que ya triunfó este verano en los Die Meistersinger von Nürnberg de Bayreuth. Todos se pusieron bajo la batuta del director de orquesta Jaap van Zweden a la cabeza de la Seoul Philarmonic Orchestra. Tristan es una partitura compleja no solo por su duración casi eterna, sino por la profundidad musical que entraña. Zweden supo sacar de la orquesta de Seoul la fuerza magmática y arrolladora que la pieza requiere con tesón y perfección. Hubo algunos desajustes en los metales y algunos tempi demasiado lentos, pero generalmente se consiguió hacer sonar un Tristan maravilloso.

Catherine Foster es una Isolde inigualable e indiscutible, ha cantado este rol incontables veces por el mundo. Y en Seoul, nuevamente, su voz suena sin cansancio y con la profundidad y brillantez que siempre la hace única. Su Isolde es matemática y precisa, pero romántica y sublime. Stuart Skelton es un Tristan enérgico y valiente, de voz impactante y épica. Su Tristan en Seoul fue enormemente bello. Sobre todo en el segundo acto, durante el dueto de amor, pero el tercer acto fue donde su voz, sin cansancio alguno, logró el éxito rotundo de cantar hasta las últimas notas con la misma fuerza del principio.

Jongmin Park fue la voz más deslumbrante del evento, su Rey Marke es único, rotundo, lleno de un color oscuro y precioso a la vez. Es una de las voces wagnerianas más prometedoras del momento. Tone Kummervold cantó Brangäne con equilibrio y cuerpo vocal, haciendo una lectura de altísima calidad de este papel tan complicado. Leonardo Lee fue un Kurwenal incisivo, impactante, de voz calibrada y técnica muy trabajada. Mención especial merece el tenor Jaemyeong Lee que interpretó un Melot rotundo y bello.

Esperamos ver pronto en algún gran teatro de Europa esta enorme producción que Märki ha firmado en Seoul.

Cooper Brown