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Brilliant pharaoh of musical minimalism

  • Dr. Eloi de Tera
  • 20 mar
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 20 oct


Akhnaten, Philip Glass

Gran Teatre del Liceu, Barcelona

20th October 2025


Voices: Anthony Roth Costanzo, Rihab Chaieb, Katerina Estrada Tretyakova, Joan Martín-Royo, Toni Marsol, José Manuel Montero, Zachary James. Conductor: Karen Kamensek. Director: Phelim McDermott. 


Akhnaten is the milestone of 20th-century minimalist music, and the orchestra that must perform the piece is also minimalist—no violins and very small. To this end, the Gran Teatre del Liceu has brought to Barcelona one of the most expert person with this Philip Glass opera, Karen Kamensek. The American conductor has been reaping success with Akhnaten since 2016, and at the opera's world premiere in Spain yesterday, she collected another award for her meticulous work. She knew how to combine a heterogeneous orchestra, assembled for this occasion, with Glass's perfect mathematics, and the enormous effort the conductor put into it was extremely noticeable. Glass's opera is metronomically complicated, and it requires someone who knows how to maintain the tempo while adding character to it, and that's what Kamensek did, accompanied by a brilliant Vanessa García Diepa on the keyboard. The work is not only rhythmically complicated, but vocally represents an enormous affront to the singers who perform it. Here, this time, the Palme d'Or goes to the Gran Teatre del Liceu Choir, under the direction of Pablo Assante, who were the stars of the evening, demonstrating that they are capable of interpreting any score with the same perfection as the best opera choirs in the world. This time, they were even taught juggling, and be careful, because the jugglers dropped a ball, which they didn't. Another Palme d'Or goes to the brilliant Zachary James, who transformed the librettists' dull neo-Egyptian text into a genuine Shakespeare with the extraordinary power of his voice and his impressing acting. Akhnaten was played by countertenor Anthony Roth Costanzo, who has already triumphed in this role in other theaters, and he offered us a high level performance with his delicate voice throughout the show, despite the enormous stage demands of his role. It is worth to highlight his excellent Catalan diction in the Hymn to the Sun. Rihab Chaieb was also an extraordinary Nefertiti, hitting all the almost impossible high notes that the piece demands. However, the vocal difficulty of the piece was certainly audible at times, with several tuning errors by the High Priest of Amun, played by José Manuel Moreno, and Queen Tye, played by Katerina Estrada. Overall, the entire cast managed to deliver a superb performance of Philip Glass's piece. The beautiful production, which has been a worldwide success since 2016, under the direction of Phelim McDermott, is a golden opportunity to enjoy an extraordinary Cirque du Soleil-style show in Barcelona's autumn season. The production is colorful, brilliant, and detailed, with dazzling costumes for any Egyptology lover, and is appealing to all audiences.


Dr. Eloi de Tera


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©Sergi Panizo



Brillante faraón del minimalismo musical


Akhnaten es un hito de la música minimalista del siglo XX y minimalista es la orquesta, sin violines y muy reducida, que debe interpretar la pieza. Para ello, el Gran Teatre del Liceu ha traído a Barcelona a una de las personas que más conoce esta ópera de Philip Glass, Karen Kamensek. La directora americana lleva desde 2016 cosechando éxitos con Akhnaten y en el estreno absoluto de esta ópera en el Estado español, ayer, recoge otro premio a su meticuloso trabajo. Porque supo amasar a una heterogénea orquesta formada para la ocasión a la matemática perfecta de Glass y el enorme esfuerzo que la directora puso en ello se notó extremamente. La ópera de Glass es metronómicamente complicada y hace falta una persona que sepa mantener el tempo añadiéndole carácter, y así lo hizo Kamensek, acompañada por una brillante Vanessa García Diepa al teclado. La obra no es solo complicada en sus ritmos, sino que vocalmente representa una enorme afrenta para los cantantes que la interpretan. Aquí, esta vez, la palma de oro se la lleva el Coro del Gran Teatre del Liceu que, bajo la dirección de Pablo Assante, que fue la estrella de la noche, demostrando que son capaces de interpretar cualquier partitura con la misma perfección que los mejores coros de ópera del mundo y además, esta vez hasta les han enseñado malabares y, cuidado, porque a los malabaristas se les cayó una pelota y a ellos no. Otra Palma de Oro fue para el genial Zachary James, que transformó el aburrido texto neo egipcio de los libretistas en un auténtico Shakespeare con la extraordinaria potencia de su voz y su impresionante actuación. Akhnaten estuvo interpretado por el contratenor Anthony Roth Costanzo que ya se ha coronado con este papel en otros teatros y ofreció un gran nivel técnico durante todo el espectáculo a pesar de la enorme exigencia escénica de su papel. Cabe remarcar su buena dicción del catalán en el himno al sol. Asimismo, Rihab Chaieb fue una extraordinaria Nefertiti que acertó todos los casi imposibles agudos que la pieza exige. Pero la dificultad vocal de la pieza se pudo oír sin duda en algunos momentos en los que hubo varios errores de afinación del Gran Sacerdote de Amon, interpretado por José Manuel Moreno o la Reina Tye de Katerina Estrada, pero en general, todo el cast supo lograr una gran interpretación de la pieza de Philip Glass. La bellísima producción, que ya ha triunfado desde 2016 en teatros de todo el mundo, bajo la dirección de Phelim McDermott es una oportunidad de oro para disfrutar de un extraordinario espectáculo a lo Cirque du Soleil en el otoño estival de Barcelona. La producción es colorista, brillante, detallista, con vestuarios deslumbrantes para cualquier amante de la egiptología y resulta atrayente para todo tipo de público.


Dr. Eloi de Tera

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